No me gustan las despedidas, lo reconozco. Además alguien dijo alguna vez que ‘cuando uno dice que se va, es que ya se ha ido’, así lo siento.
Durante muchos años compaginé la labor de técnico o monitor deportivo con la de jugador de fútbol sala. Cuando tuve que dejar la práctica del deporte de forma más o menos regular obligado por una lesión importante, me intenté reinventar pronto y traté de estar lo más cerca de la pista posible, viviendo mi pasión al fin y al cabo y tratando de hacerlo con intensidad aunque fuera desde otro punto de vista. A partir de ahí he compaginado durante casi diez años la figura de técnico o entrenador principal con la de preparador físico, pasando por todas las categorías y etapas de formación hasta llegar al fútbol sala profesional los últimos años, además de alguna etapa en fútbol o fútbol 7.
Hoy comienza una etapa en mi vida a la que quiero dedicar mi tiempo y mis ilusiones por lo que he decidido aparcar la carpeta y las fichas, los viajes y los partidos de fin de semana y algunos de esos muchos sacrificios que todos sabemos que tenemos que hacer al ser parte de algún equipo al menos durante un tiempo. En definitiva, es hora de decir adiós al fútbol sala.
Me gustaría dar las gracias a los equipos que se han interesado en mi trabajo y me han propuesto estar con ellos durante todos estos últimos meses desde que salimos de la 1ª división.
Aprovecho estas líneas también para agradecer a todas las instituciones, clubes y escuelas donde he desarrollado mi carrera deportiva y, sobre todo, donde he crecido enormemente y madurado como persona compartiendo momentos únicos.
Miguel Guillén Prim-Juventud Vallecas, Federación Madrileña, Colegio Escolapias, Leganés FS, J3 Ayllón, Escuela de fútbol Navalcarnero, RCD Carabanchel, Rivas Atlantis, Rivas Futsal, Escuela Limones 5, FS Valdepeñas y Universidad Europea.
Nos vemos en el 40×20.