FASES EN EL ENTRENAMIENTO DE UN EQUIPO. (El ciclo de la vida)

Escuchar: Entender de dónde venimos, cuál es el punto de partida, el equipaje que traen tus jugadores, lo que significan como equipo y el cuerpo técnico con respecto a ellos.

Soñar despierto: Hacia dónde quieres ir. El objetivo personal que marcas para cada uno de ellos y para el grupo en general con respecto a la temporada, así como el desarrollo que pretendes alcanzar con tu entrenamiento.

Seleccionar el personal: Una de las claves para el éxito final. La construcción del equipo y el staff técnico, los jugadores y sus roles dentro del grupo. Esto depende en primer lugar del director deportivo y del entrenador, del equipo técnico y en última instancia del propio proceso natural de la temporada.

Diseñar la temporada: qué objetivos se marcan, cuáles son las competiciones más importantes y qué momentos entendemos como clave en la vida de nuestro equipo.

Calibrar: Uno de los puntos más complicados. Significa qué puedo aportar al equipo, cómo y cuándo dárselo como entrenador. Saber interpretar cuándo los jugadores necesitan el líder que gestione una situación difícil. Entender cuando me necesitan más, o cuándo dar el protagonismo a los jugadores (la gran mayoría de las ocasiones). Si no tienes claro este punto y además quieres seguir aprendiendo y mejorándolo cada día, no puedes ser entrenador.

Construir: Tenemos muy presentes palabras importantes para un grupo como: “compromiso”, “sacrificio”, “cohesión”, etc. Bien, pero: ¿sabemos cómo trabajar eso?.

Interpretar: ¿qué pasa con el entorno? ¿conozco a mis propios jugadores, o sólo creo conocerlos? ¿cuáles son sus motivaciones, sus dificultades en el día a día? ¿su relación con los distintos compañeros del equipo?.

Manejar: Una vez conocida toda la información anterior, ¿cómo la manejas?, ¿tú sólo?, ¿tienes un cuerpo técnico diseñado para ayudarte en esta tarea?.

Co- esculpir: El fútbol sala es un deporte de equipo caracterizado por la suma de muchas capacidades. El entrenador debe ser su arquitecto y no puedo seguir construyendo más plantas del edificio sino contamos con una base sólida.

Visionar: Ser capaz de entender y evaluar todo el proceso. Si es necesario repetirlo y analizar qué errores he cometido y mejorarlos. Si he triunfado, reconocerlo y seguir trabajando sin querer repetir todo igual; y si he fracasado,  dejarlo morir y plantearme nuevos retos a nivel tanto a individual como para ese grupo al que ya le dí todo.

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