Noche de fútbol en Riazor.

El pasado domingo tuve la suerte de asistir en directo al partido RC Deportivo de La Coruña vs Atlético de Madrid. Con un estadio de Riazor lleno, con una afición entregada.

No fue un gran partido, casi es justo decir que el 0-0 refleja fielmente lo sucedido, pero desde el luego en directo se perciben muchos otros detalles que hacen que disfrutemos tanto de este deporte.

Asistí temprano al estadio para poder analizar el período de calentamiento. El estilo de los dos equipos era muy diferente, reflejando así que la estructura y contenidos del mismo pueden variar mucho de un equipo a otro, en función del técnico y los jugadores, pese a que exista un objetivo común y fundamental en ambos: preparar al futbolista física y mentalmente para la competición.

 

8707780965_5bfa3ebed4_z

 

En los dos estilos de calentamiento percibí una gran intensidad, mucha movilidad y ejercicios dinámicos y explosivos, cambios de dirección y cambios de ritmo. Muy poca presencia de estiramientos y poco toque de balón (aspecto que me sorprendió), con ejercicios sin demasiadas pautas donde el jugador toma contacto libre con la pelota.

En aspectos más relacionados con el juego comprobé que Adrián es más rápido conduciendo el balón que la mayoría de jugadores sin él (velocidad de traslación o de desplazamiento).

Me llamó mucho la atención la fortaleza física del Cebolla Rodríguez, jugador al que no conocía demasiado y el gran juego con los pies de Dani Aranzubía (aspecto tan importante para un equipo en la actualidad).

El Atleti echa mucho de menos a Arda Turán en la zona de creación del juego, y los pocos minutos que tuvo se notaron mucho. Para mí, el fútbol se fundamenta aquí, en el medio campo, y ahí es donde este Deportivo tiene problemas. No descubro nada a estas alturas si digo que es un equipo al que le falta calidad, y la poca que tiene la sigue poniendo Juan Carlos Valerón a sus 37 años, muy justo físicamente (ya se puede percibir esto desde el calentamiento), pero al que sigue siendo un auténtico placer ver cada vez que toca el balón.

El Atlético de Madrid distrae por dentro con calidad para abrir rápido a las bandas, donde se incorporan muy bien sus laterales (Juanfran y Filipe) e intentan centrar todo para Falcao. Éste, ya sabemos, vaya donde vaya lo remata todo, incluso estando sólo en el área y rodeado de cuatro o cinco defensores, y que aunque no tuvo una gran noche demostró que de espaldas y aguantando el balón es un jugador único.

Por último pudimos ver unos pocos minutos a Oliver Torres. Se quedó calentando en el descanso y maravilló a todos con algún ejercicio simplemente por cómo toca la pelota. Con 18 años. Desde luego se trata de un jugador especial.

Qué importante es el fútbol para una ciudad como A Coruña, qué importante es el fútbol para la gente en general.

Es cierto que el partido fue flojo, desde el punto de vista del espectáculo. Pero desde el luego en directo la película es otra cosa, y hay espacio para fijarte en muchos otros detalles. Para vivir el fútbol hay que ir al campo.

El Depor tiene muy poco fútbol, pero tiene fe, y puede que a estas alturas le baste para salvarse.