Hace mucho tiempo encontré en Internet el artículo de un compañero, Salvador Santiago Pescador, por aquel entonces fisioterapeuta del Reale Cartagena fútbol sala.
En él, hablaba de la controversia que existía a la hora de realizar los protocolos de estiramientos en el deporte del fútbol sala, y ya en su momento me pareció un gran descubrimiento pues pocos hablamos o nos atrevemos a hablar realmente sobre este tema.
De él rescato dos parrafos:
“Cuando estiramos provocamos una relajación muscular, logrando como consecuencia una disminución de la fuerza y velocidad. Dicha disminución de fuerza puede durar hasta una hora, disminuyendo así el rendimiento muscular.
A nivel sanguíneo se produce una disminución del riego ya que durante el estiramiento cerramos los vasos logrando una disminución nutricional del músculo. Además, al comprimir los vasos no permitimos que el aumento de la temperatura muscular.” (Pre- ejercicio).
¿Por qué seguimos estirando entonces en el momento pre- competición?. Consideramos el fútbol sala como un deporte que demanda potencia y acciones explosivas constantemente. ¿Seguimos confundiendo ‘estiramientos’ con ‘calentamiento’?.
Yo me sigo encontrando esto año tras año, tantos en niveles de formación y como de rendimiento indistintamente, quizá por una herencia mal adquirida de la que nos va a costar desprendernos: estirar por estirar.
Este verano también pudimos leer las reflexiones del Profesor José López Chicharro en su blog puntualizando acerca de la recuperación de la fatiga muscular y la aplicación de protocolos de estiramientos o de frío. (Post ejercicio).
“El estiramiento como la aplicación de frío se utilizan para la recuperación muscular tras ejercicio de alta intensidad, aunque no está clara su efectividad. Los resultados de un estudio (Eguchi y col, 2014; Eur J Appl Physiol 26-ago) mostraron que el estiramiento, estático o balístico, no beneficia la recuperación muscular de la fatiga, e incluso la puede inhibir. Por el contrario, el hielo es más efectivo para inducir recuperación y parece mejor opción entre ambas técnicas.
Nuevos datos que señalan que los estiramientos no son siempre la mejor forma de recuperación cuando la contracción muscular ha sido intensa y/o prolongada. Aún así, miles de deportistas aficionados siguen estirando indiscriminadamente antes y después de las sesiones de ejercicio.”
Pues bien me sirvo de dos profesionales para seguir arrojando luz sobre este tema que parece que muchos no tenemos claro. Hablan de estirar ANTES y DESPUÉS del ejercicio, y ambos argumentan que no es necesariamente efectivo en ninguno de los casos.
Desde mi punto de vista el estiramiento es algo personal de cada jugador y del momento de la temporada. Sigo pensando que es más productivo orientar nuestros esfuerzos como entrenadores o preparadores físicos al entrenamiento de otras cualidades, como por ejemplo la fuerza, olvidada durante muchos años y que ahora por suerte parece que la entendemos como la base de todas las demás.
En mis protocolos de calentamiento competitivo no hay eternas rutinas de estiramientos y al finalizar el partido no me suele apetecer estirar con mis jugadores como norma. Aún me siguen mirando raro.
Es necesario educar, recomendar y orientar, pero no repetir ciertas cosas que llevábamos haciendo toda la vida en el deporte y nadie nos explicaba por qué.